martes, 9 de febrero de 2010

Bloque III. Descripción de los instrumentos musicales usados

INSTRUMENTOS MUSICALES CELTAS:


Se denomina música celta a la música tradicional de la Isla de Man, Galicia, Cornualles, Asturias, Bretaña francesa, Escocia, Gales, e Irlanda, regiones donde pervivió el legado de un antiguo pueblo, que fue determinante para el desarrollo cultural, social y espiritual de la Europa precristiana: Los Celtas.
Desde el más remoto pasado, Los celtas dejaron testimonió de su comprensión de la naturaleza y de los mundos sobrenaturales en infinitos relatos mitológicos y en un arte apasionante, que ha permitido vislumbrar las claves de una sociedad visionaria y progresista, muy adelantada a su tiempo. Si bien a partir del siglo I de nuestra era, esta gran nación sin fronteras se atomizó en países con distintas lenguas, costumbres y religiones, la fascinación que sentían los antiguos
Celtas por los mundos épicos y de fantasía logró pervivir, especialmente a través de la música; modelada y enriquecida de manera distinta y moderna por los diferentes países de ascendencia celta (con instrumentos o variaciones de instrumentos venidos de otras tierras), pero siempre alusiva a ese universo de alegría, inspiración y vitalidad que los bardos del pasado comunicaban con su arte.

Es difícil saber cómo sonaba de verdad la música de los antiguos celtas. Lo que se conoce en nuestro tiempo como música celta es en realidad la música tradicional desarrollada recientemente en varias regiones y países de la Europa atlántica, que fueron habitadas por tribus celtas hace 2.000 años. Esta herencia común, además de siglos de comercio e interacción, ha creado lazos fuertes entre los pueblos atlánticos europeos. La gran renovación cultural de la música celta se produjo en los 1970 gracias a varios artistas influyentes.
Las composiciones celtas fueron transmitidas a lo largo de las generaciones mostrando la vida y obra de las gentes del campo y la ciudad. Comenzaron a ser valoradas a la llegada del XIX, siglo en el cual diversos eruditos no sólo del ámbito celta comenzaron a sistematizar y recopilar, para dejar en nuestros días un magnífico legado de música. La hambruna de la patata, la prohibición de la iglesia de interpretar música tradicional fueron obstáculos.
A finales de la década de los 70, se produjo una recuperación importante de la música celta debido al creciente interés de los artistas de la época que basaron sus composiciones en la música popular, especialmente en la celta. Artistas de rock, ca
ntautores, sinfónicos, etc... mezclaron sus músicas para encabezar el boom de la música celta.
Los principales centros europeos de la música celta son Irlanda, Escocia, Bretaña (Francia), Galicia (España), Asturias (España) y Gales (Gran Bretaña). Otras regiones más pequeñas con una fuerte presencia de la música celta son: Cornwall (Gran Bretaña), Northumbria (Gran Bretaña), Trás-os-Montes (Portugal) y la Isla de Man (Gran Bretaña). Fuera de Europa, la música de la diáspora irlandesa, escocesa y gallega han encontrado un hogar cómodo en el este de Canadá, los Estados Unidos de América, Argentina y Australia.

Entre los instrumentos celtas más importantes se pueden destacar: GAITA, BODHRAN, ARPA, VIOLIN, BOUZOUKI, DULZAINA, ZANFONIA, TIN WHISTLE.


LA GAITA:

Las primeras noticias de la gaita o también llamada cornamusa, proceden del siglo VIII a. de C., y se localizaron en el norte de la India. Consistía en un odre y dos tubos de lengüeta -uno de ellos hacía las veces de bordón-, y su uso estaba reservado a los encantadores de serpientes. En Roma evolucionó al adquirir más sonoridad y al ampliarse el tamaño del odre o bolsa; fue conocida tibia atricularis.
En Europa no se vuelven a tener referencias de la gaita hasta los siglos IX y X d. C., y fue en la
Baja Edad Media cuando la gaita obtuvo gran popularidad en todo el continente, entrando en decadencia a partir del siglo XVIII, aunque sobrevive en el ámbito de la música popular y en zonas tan dispersas, como Galicia, Asturias, León, Cantabria, Escocia, Irlanda, Bretaña, Hungría, Italia, Suiza, Suecia (Swedish bagpipes), Alemania, Irán, Pakistán, India etc.

Ø Elementos de la gaita:
Bolsa u odre: Se sostiene bajo el brazo izquierdo y se hincha por medio de un tubo a través del cual se sopla. Este tubo dispone de una pequeña válvula que lo cierra en el momento en que el brazo presiona la bolsa, impidiendo así que el aire vuelva a salir. El aire contenido en la bolsa sirve, pues, para alimentar los tubos sonoros, cuyo fluido hace posible que se pueda toca sin interrupción.
Monturas: Son unos alvéolos de madera en los que se acomodan los tubos; su función consiste en proteger las lengüetas que están en su interior. Tanto la bolsa como las monturas aparecen cubiertos por una funda de tela.
Tubos sonoros: Existen dos tipos de tubos sonoros: el caramillo o tubo melódico, llamado popularmente puntero, y el bordón o roncón. El tubo melódico puede ser de caña, madera, hueso o metal. Lleva siete agujeros anteriores y uno posterior para el pulgar.
Soplete: Dispone de una boquilla de hueso o marfil, hoy de plástico: Es aconsejable que tenga una medida de 32 cm de un extremo a otro.

Ø Tipos de gaitas:
Hay que diferenciar dos familias de Gaitas:
- Atlánticas: Asturias, Galicia, Bretaña, Escocia, Irlanda, Isla de Man, Zamora, Flamenca.
- Mediterráneas: Italia, Yugoslavia, Hungría, Grecia, Aragón, Mallorca y Cataluña.


VIOLÍN:



Aunque no está suficientemente documentado el lugar de nacimiento del violín, existe cierta unanimidad en otorgar a Francia este honor, si bien fueron los artesanos del norte de Italia los que consiguieran dotar de un mayor grado de perfección a este instrumento, considerado como el que presenta una mayor complejidad desde el punto de vista acústico.
En la música céltica, el violín vino s sustituir en gran medida a la fídula, que fue desapareciendo a partir del siglo XV. De igual manera, el rabel árabe que se había introducido en la península ibérica en el siglo XI procedente de la zona del Magreb, fue desplazado definitivamente con la llegada del violín, si bien todavía está presente en las formaciones instrumentales del norte de África.
El hecho de tener como precedente a la fídula y el rabel propició que, hasta bien entrado el siglo XVIII, el violín se apoyara indistintamente sobre el pecho o la clavícula, hacia abajo, tal como se hacía con aquellos.
A menudo, los instrumentos de cuerda se identifican con una determinada clase social. La familia del violín ha tenido en Europa dos connotaciones sociales de muy distinta índole. Por un lado, el cuarteto y orquesta de cámara estaban asociados al entretenimiento de la clase alta y la burguesía, lo cual representaba una continuidad de la tradición medieval en la que el músico gozaba del reconocimiento de la clase acomodada. En el otro extremo, el violín ha tenido desde siempre una gran popularidad entre el pueblo. En prácticamente todos los países de Europa y América, no han faltado violinistas aficionados que animaran con su música las fiestas y bailes populares.

ARPA:

La historia de este instrumento data de hace mucho tiempo, en mesopotámica ya existían diversos tipos de arpa. Los datos encontrados en las excavaciones parecen indicar que en el IV milenio antes de Cristo ya existían instrumentos muy similares al arpa.
El instrumento llego a Irlanda en el siglo V procedente del noreste asiático. El avance del arpa dentro del aspecto técnico se produjo gracias a los pueblos nórdicos que dentro de los instrumentos de cuerda prefirieron el arpa.
En España el arpa es frecuente encontrarla en Galicia y Asturias la cual es una descendiente directa del arpa Irlandesa.
Las arpas típicas de la cultura céltica son la irlandesa (cláirseach) y la galesa (telyn) y son las que apenas han sufrido modificación alguna.

· Arpa Galesa:
Aunque las primeras arpas tañidas por los bardos debían de ser necesariamente rudimentarias, el uso del telyn revela que esos artistas poseían una técnica de ejecución sin duda refinada. En el siglo XVI evolucionó hasta tener tres hileras de cuerdas lo que la hacía extremadamente difícil de tocar. Los ejemplares más evolucionados contaban con 29 en cada hilera exterior, en tanto que la interior presentaba 20. Es la telyn deires, literal mente «arpa de tres hileras». La disposición de las mismas era la siguiente: las de los extremos estaban destinadas a las cuerdas diatónicas -que equivalen a las teclas blancas del piano-, mientras que la hilera central, pulsada con los pulgares, servía para el tañido de las notas cromáticas -las teclas negras del piano, encargadas de emitir los sostenidos y los bemoles-. Como contrapartida, sus posibilidades musicales eran grandes, ya que sus cuerdas llegaron a abarcar prácticamente una extensión de cuatro octavas. Si en principio el arpa galesa era pequeña y robusta, similar a la irlandesa, esta llegó a medir 200 cm de longitud. Sin embargo, una de sus diferencias más notables con respecto al resto de arpas se mantuvo, esto es, sus cuerdas estaban tendidas en una posición perpendicular con respecto al mástil. Si bien es cierto que la llegada del arpa de pedales arrinconó al ejemplar galés, en la segunda mitad del siglo XX ha experimentado un nuevo auge gracias a la recuperación de la música tradicional.


BODHRAN:

Es un tambor de la familia de los tambores de marco, los cuales carecen de caja de resonancia y están formados por un arco de madera en el que se tensa la membrana. Este instrumento tiene mucha importancia en una variedad muy grande de culturas como se puede apreciar en pinturas egipcias o mesopotámicas aparte de que este instrumento aparece con frecuencia en la Biblia al que se menciona con el nombre tof.
El bodhram tiene un diámetro de unos 60 cm y una profundidad de marco de unos 12 cm
Este instrumento es tocado por el músico con la mano derecha mientras que con la mano izquierda lo sujeta mediante unas varillas que atraviesan el bodhran en forma de cruz en la parte inferior


DULZAINA:










La dulzaina el nombre con el que se conoce a un instrumento de doble lengüeta y tubo con forma cónica. Este instrumento es la evolución de las antiguas chirimías.
Durante el siglo XVI era bastante frecuente encontrar grupo de chirimías que tocaban junto a las bombardas (que no eran otra cosa que chirimías más graves). El instrumento se perfecciono en el siglo XVII, durante el cual su cuerpo se hizo más estilizado y largo, la lengüeta redujo su anchura y fue más sensible a los labios del músico y finalmente le fueron incorporadas dos llaves para que la digitación fuese más fácil y se ganase velocidad en la ejecución.


BOUZOUKI:


El nombre de este instrumento viene de la palabra árabe buzuq que sirve para designar al laúd arábico.
Su origen data de principios de siglo XX pero es el resultado de una evolución del instrumento producida desde los tiempos del antiguo Egipto, en aquella época existía un laúd largo que ha dado lugar a distintos instrumentos como pueden ser el baglama del Próximo Oriente, en guenbri magrebí y el saz turco, siendo este último el miembro de la familia más similar al bouzuki.
Desde los años 60 este instrumento ha ido penetrando en el folclore irlandés, donde hace labores de acompañamiento o de soporte rítmico.



TIN WHISTLE:

En su sentido más estricto, whistle significa silbido en inglés, pero generalmente suele hacer referencia a un tin whistle o low whistle, uno de lo más famosos instrumentos de viento irlandeses y de los más significativos en la música celta.

Originalmente el whistle es un instrumento antiquísimo. Tuvo su nacimiento en
China hace 5.000 años y llegó a Europa en el siglo XI. Pero no fue hasta el siglo XIX, en Inglaterra, que se elaboró el whistle que hoy en día conocemos a manos de Clarke. Lo llamó "tin whistle", (también conocido por "silbato irlandés", "penny whistle", "flageolet" o "feadóg" en gaélico), una pequeña flauta de metal o madera de 6 agujeros. En la década de los 50, fue introducida la boquilla de plástico, la forma más usual y económica de encontrar un tin whistle hoy en día. Y ya en los 70, Overton introdujo el famoso low whistle (Whistle bajo), afinado una octava más baja.



ZANFONIA:

Este instrumento, era llamado organistrum en la antigüedad y su longitud oscilaba entre los 120 y los 200 cm. Dado el tamaño de tan singular instrumento, era preciso el concurso de dos músicos, uno para el manejo del teclado y otro para mover el citado manubrio. Pronto fue creado un modelo de inferior longitud, portátil, con una caja rectangular, tocado sobre los muslos, o de pie, atado con una correa a la cintura. Posiblemente entró en España a través del Camino de Santiago. Su primer nombre registrado en la península es el de symphonia, aunque pronto aparecieron sus derivados en lengua vulgar, como cifonía -que es su verdadero nombre castellano y chinfonía. Las formas zanfona y zanfoña son en realidad de procedencia gallega. Debido a su limitación sonora, fue utilizada por músicos mendigos y demás, y menospreciada por ello en los escritos. Hasta que su llegada a las cortes francesas de Luis XIV y XV propició un despertar, construyéndose lujosas sinfonías de bonitas formas. Pero de nuevo cayó en segundo plano hasta que en la actualidad se usa en los grupos de corte folclórico o celta en Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia y España.

(MªDolores Sillero Alcaraz, 3º Periodismo).




CRÓNICA DE LA ACTUACIÓN DEL GAITERO GALLEGO CARLOS NÚÑEZ EN EL FESTIVAL DE MÚSICA CELTA DE LORIENT

Tras cuatro días de la inauguración del festival de música celta de Lorient, el cual está acogiendo las actuaciones de grandes artistas, llega a uno de sus escenarios el famoso gaitero gallego Carlos Núñez.
Núñez, quien actualmente se encuentra de gira por España presentando su último disco “Alborada do Brasil”, no dudó ni un momento a la hora de hacerle un hueco a este gran festival celta.
Nada más dar comienzo el concierto, todos los asistentes pudieron formar parte de una actuación llena de tradición celta y folk y de fusiones con otras músicas del mundo.
Carlos Núñez al que se puede definir como un virtuoso de los instrumentos de viento, mantuvo al público expectante y emocionado cada vez que interpretaba una nueva melodía, tanto con su gaita, su flauta o su ocarina.
Pero no sólo fue la música del gaitero la que amenizó esa noche en Lorient, sino que éste contó con la presencia de su grupo, grupo encargado de adentrar aún más a los asistentes tanto en la música celta como en la de otros mundos.
Así, la música del gallego junto con los sonidos de la batería, la guitarra, el violín y el acordeón, hicieron del concierto un mundo lleno de temas celtas, irlandeses y folk, liderados por la gaita y la flauta de pico del músico.
En esta noche también hubo tiempo para que Núñez hiciera un pequeño recorrido por su discografía, interpretara el tema compuesto para la famosa película “Mar Adentro” de Alejandro Amenábar, presentara temas inéditos de su nuevo álbum e incluso se atreviera a interpretar un tema en homenaje al artista cubano Compay Segundo.
Todo esto acompañado del relato de las distintas historias que el gaitero contaba acerca de sus discos, su música, y sobre todo, la cultura celta que tanto admira y le apasiona al igual que al público presente, el cual no se perdía ningún detalle.
Casi más de dos horas y media de música celta en una mágica noche que nos hicieron sentir eso mismo, la magia de la cultura celta, una magia que nos llevó a otros mundos y nos dejó un gran sabor de boca al final de la, valga la redundancia, mágica noche.
(Dèborah Pastrana Espàrraga, 3º Periodismo)

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